El anestesista es el que administra a través de una sonda diversos medicamentos al paciente, los cuales hacen un efecto muy rápido en el organismo y se consigue un estado de relajación profundo pero consciente.
Este tipo sedación se aplica a las personas que presentan síntomas de ansiedad, estrés o nerviosismo ante la visita al dentista.
La sedación consciente no tiene ningún riesgo en los pacientes, aún así, durante todo el proceso el paciente estará acompañado de un equipo de profesionales en esta especialidad.
El efecto de la sedación no es muy largo, ya que una vez que termines la consulta podrás salir por la puerta tu solo sin ayuda, aunque siempre es recomendable acudir acompañado ya que los reflejos si que pueden estar algo más dormidos como consecuencia de la relajación.
Normalmente se puede pedir para cualquier tratamientos, sin embargo, en los más comunes en los que se suele solicitar es en las extracciones, implantes o endodoncias, cirugías dentales, etc.
No sentirás ningún dolor durante la consulta, ya que cualquier sedación se aplica para no percibir los dolores, pero además, la sedación consciente ayuda a conseguir un estado relajado.
Sí se puede realizar un tratamiento con sedación consciente a un niño, pero es recomendable que sea mayor de 5 años y que realmente presente pánico al dentista.
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