Los fármacos que más se utilizan en la odontología son los antibióticos y en algunos pacientes sensibilizados se presentan reacciones alérgicas que son bastantes letales.
Es por eso, la importancia de diagnosticar adecuadamente las alergias a los antibióticos para prescribir a los pacientes un tratamiento farmacológico adecuado. Es ahí cuando la historia clínica cumple su papel fundamental para dar un diagnóstico acertado.
Manifestaciones clínicas de las reacciones a los antibióticos
Existes diferentes tipos de reacciones alérgicas a los antibióticos, estas son:
Reacciones Anafilactoides
Estas se caracterizan por presentar un cuadro clínico igual a las reacciones de hipersensibilidad que son de Tipo I. Sin embargo, estas no presentan mediación inmunológica, de modo que, no es probable la irregularidad de los síntomas en las siguientes exposiciones al fármaco.
Reacciones Inmediatas Tipo I
Las reacciones de hipersensibilidad de Tipo I, suceden en los primeros 60 minutos después de que se introduce el fármaco. Esas lesiones suelen desaparecer en menos de 24 horas y sin dejar ningún tipo de secuela.
Reacciones Citotóxicas Tipo II
Provocan anemia hemolítica, trombopenia o agranulocitosis, pero la más común suele ser la trombopenia. Los antibióticos que se utilizan con más frecuencia son los betalactámicos, las pirazolonas y las quininas, pero especialmente las cefalosporinas.
El 15% los pacientes que son tratados con cefalosporinas por más de 10 días, tienden a desarrollar neutropenia.
Reacciones Inmunocomplejos circulantes Tipo III
Los inmunocomplejos circulantes se forman por la reacción a un fármaco y la IgG que tienen lugar en el torrente circulatorio y se depositan en los capilares, dando lugar a los microtrombos y los fenómenos de inflamación local.
Esto se conoce como la enfermedad del suero que es una manifestación poco habitual de la alergia a los antibióticos. Esas manifestaciones clínicas dependen de la zona y del tipo de vasos que afectan, dando lugar a las vasculitis leucocitoclástica.
Reacciones Retrasadas Tipo IV
Son las más comunes y están mediadas por linfocitos. Además, tiene varios tipos de manifestaciones clínicas como la dermatitis de contacto, exantema máculopapular, pustulosis exantemática, exantema fijo medicamentoso, afectación sistémica, síndrome de Stevens-Johnson y síndrome de hipersensibilidad con eosinofilia.
Tipos de antibióticos
Existen dos tipos de antibióticos. Primero, está el antibiótico betalactámicos, que son los que más desencadenan reacciones alérgicas mediadas por la inmunoglobulina E y es la mediadora de reacciones de hipersensibilidad inmediata. Estas se conocen como:
- Penicilinas.
- Carbapenémicos.
- Cefalosporinas.
- Monobactámicos.
Segundo, están los antibióticos no betalactámicos, no obstante, aún se desconocen los mecanismos fisiopatológicos de las reacciones de hipersensibilidad. Estos se conocen como:
- Vancomicina.
- Tetraciclinas.
- Aminoglucósidos.
- Sulfonamidas.
- Macrólidos.
- Fluoroquinolonas.
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