Hoy vamos a salirnos un poco de las publicaciones habituales, pero que es muy utilizada.
Ya sabemos que ojo por ojo, diente por diente es un refrán muy utilizado en España. De hecho, es de origen autóctono origen, aunque en otros países de América Latina lo han adoptado como suyos.
Este refrán se usa para hacer referencia a la venganza. Es decir, quien lo dice se refiere a que va a hacer el mismo daño que ha recibido. Se dice que la expresión nació en la Edad Media, donde la justicia se tomaba por las propias manos del hombre.
Ley del Talión
También se utiliza para expresar la ley de Talión, donde la justicia era igual para todos, es decir donde la ley es imparcial y mutua, según el crimen cometido.
Sin embargo, el refrán se puede interpretar de varias formas. Para muchos puede ser la igualdad de lo que se hace y la respuesta del daño que se va a recibir. Es aquí donde la frase se acerca al Código de Hammurabi, donde se establecía que “si algún hombre independiente dañaba o vaciaba el ojo de otro hombre libre este haría lo mismo”. Este código está escrito basándose en la justicia equitativa a la que se refiere el refrán.
En la actualidad, todavía existen países como los islámicos en donde sus leyes aún incluyen este tipo de justicia y todavía aplican la ley de Talión.
En la Biblia
No solo era utilizado en las leyes el refrán, si no también en las escrituras sagradas de la Biblia. Muchos pasajes bíblicos hacen alusión refrán, como el libro de Éxodo 21: 24, que asegura que toda maldad que se haga debe ser devuelta de la misma forma. Esta era la forma de Dios decirle a Moisés como debía el pueblo tomar la justicia.
Pero con la llegada de Jesús cambió el criterio de venganza, y el libro de Mateo 5:38 asegura que ya no es ojo por ojo y diente por diente, si no que era hora de dejar la maldad y la sed de venganza con el prójimo y de dar paso al perdón.