De todas las patologías bucales más conocidas, el sarro es probablemente una de las más incomprendidas y, paradójicamente, una de las más comunes. Comprender cómo se genera es de gran importancia para prevenirla, y por esto describiremos algunas de sus características y qué puedes hacer para disminuir las posibilidades de padecerla.
¿Qué es el sarro?
El sarro es la calcificación de la placa bacteriana que se genera sobre el esmalte dental. En condiciones normales, y aun cuando tienes una buena salud bucal, en tu boca hay bacterias que se combinan con proteínas y algunos restos de comida para generar lo que se conoce como placa bacteriana.
Cuando los índices de acumulación superan los normales, generalmente debido a una mala higiene bucal, entonces esta placa empieza a endurecerse, a volverse de color amarillento y poroso, convirtiéndose entonces en sarro.
La condición también se le conoce como cálculo o tártaro dental y la única forma de retirarlo de forma permanente es con ayuda de un dentista. De no tratarse como es debido, puede generar condiciones más agudas como lo son la gingivitis, las caries o la periodontitis.
Cómo prevenir el sarro
Como se ha podido observar, para que el sarro se genere es necesario que haya una acumulación de placa bacteriana en los dientes y en la base de las encías. De esta manera, algunas de las cosas que puedes hacer para evitarlo con las siguientes:
- Cepillarse regularmente: como mínimo 3 veces al día, aunque se recomienda hacerlo después de cada comida. Se recomienda también utilizar una buena técnica de cepillado y comprar cepillos de dientes apropiados para asegurar así una correcta limpieza.
- Utilizar hilo dental: ya que con su ayuda podrás eliminar la placa bacteriana de entre los dientes, y con ello evitar que se calcifiquen para después convertirse en sarro. El uso del hilo dental tiene que convertirse en un hábito diario como lo es el cepillado regular.
- Comprar una pasta de dientes apropiada: que contenga flúor, el cual es el mejor aliado para proteger el esmalte de los dientes y limpiarlos como es debido. Si deseas mayor seguridad, algunas pastas incluyen un compuesto denominado triclosan, que combate directamente las bacterias que se acumulan en las piezas.
- Ser precavido en la dieta: evitando el consumo de dulces, gaseosas y alimentos muy azucarados. Su consumo debe evitarse principalmente en horas nocturnas, y se recomienda optar por frutas y verduras que motiven a una alimentación saludable.
Además de lo anterior, también se debe evitar algunos hábitos nocivos como lo es el tabaco y el alcohol. Consumidos en exceso, y aun cuando se implementen los consejos reseñados, pueden motivar por sí solos la aparición del sarro.
Se debe tener presente que una acumulación excesiva no solo incentiva la aparición de otras condiciones en la zona, sino también representan un problema estético.
Si sospechas que estás padeciendo de la condición, lo mejor que puedes hacer es reservar una cita con un dentista para que este evalué el daño. En condiciones normales, una limpieza dental profesional será más que suficiente.