La cavidad oral es una abertura corporal por la cual ingerimos alimentos y realizamos otras funciones, como por ejemplo el habla y la respiración. Se considera el inicio del sistema digestivo y una entrada al sistema respiratorio.
La misma juega un papel imprescindible para la vida, ya que es por ella que nos alimentamos, hablamos y, en ocasiones, respiramos. También ser importante en el ámbito social, pues sus músculos ayudan a formar las expresiones faciales y la sonrisa, que nos permite empatizar con otras personas, comunicando emociones más allá de las palabras.
La cavidad bucal está diseñada de una manera compleja que permite que sea muy versátil y desarrolle todas sus funciones. Se puede considerar que está formada por 2 grupos de elementos: las paredes, que son 6; y los anexos, dentro de los que se encuentran los dientes, las encías y las amígdalas. Sigue leyendo y conoce más acerca de cada una de sus partes.
Las paredes de la boca
La cavidad bucal está conformada por 6 paredes: la pared anterior, o los labios; la pared posterior, también conocida como istmo, o velo del paladar; la pared inferior, o piso de la boca; la pared superior, denominada paladar; y 2 paredes laterales, llamadas mejillas.
- Labios: Son dos repliegues musculomembranosos libres que poseen 2 caras: la cara anterior, recubierta en piel; y la cara posterior, recubierta de una membrana mucosa. También posee 2 bordes adherentes, semimucosos, que se unen por medio de las comisuras labiales.
Los labios permiten la entrada del aire para respirar, además de ayudar a formar sonidos para hablar. Por otra parte, ayudan a mantener la comida en la boca y guían y mantienen los dientes en su posición.
- Istmo: Es un repliegue musculomembranoso que participa en la deglución de los alimentos. Su función es aislar 2 porciones de la laringe (bucofaringe y nasofaringe), con el fin de evitar el reflujo de la comida hacia las vías respiratorias.
- Piso de la boca: No es más que la base sobre la que descansa la lengua. Destaca por tener dos de las glándulas salivales mayores, la sublingual y la submandibular.
- Paladar: Constituye el techo de la cavidad bucal y la separa de las fosas nasales. Está compuesto por una parte blanda y una parte ósea. La interacción de la lengua con el paladar ayuda a formular palabras. En la parte más posteroinferior del paladar, la parte blanda, se encuentra la úvula, que ayuda a evitar que los alimentos se vayan por las vías respiratorias mientras tragamos.
- Mejillas: Constituyen las paredes laterales de la cavidad oral. Están formadas por piel, tejido celular subcutáneo, músculos, submucosa y mucosa. Ayudan a mantener la comida dentro mientras se mastica y a mantener los dientes y encías en su posición.
Anexos de la boca
Los anexos son todos los elementos que se encuentran dentro de la cavidad bucal, entre sus paredes. Los más destacables son los dientes, las encías y la lengua.
- Lengua: Es un músculo que ayuda a masticar, degustar, hablar y tragar. Posee una gran cantidad de papilas gustativas en toda la superficie de su cara superior. Su cara inferior descansa sobre el piso de la cavidad oral, donde también se encuentran 2 glándulas salivales que permiten mantener la boca humedecida y empezar la digestión de los alimentos.
- Dientes: Son estructuras calcificadas que utilizamos para realizar el proceso de masticación de los alimentos. Poseen una corona de esmalte que los protege contra las caries y una rama de nervios y raíces que los mantienen anclados a la mandíbula.
- Encía: Es un tejido que recubre la parte superior de los dientes, donde se ubican las raíces, con la finalidad de protegerlos y mantenerlos en su lugar.
Para cualquier duda o información acerca de esto puedes consultar con nosotros, tu clínica dental Crespo en Albacete.