Es sabido por todos que añadir azúcar en nuestras comidas y bebidas puede causar un gran impacto en nuestra salud bucodental y es la culpable de muchos problemas derivados de su consumo. Y, aunque somos muy conscientes de que puede ser muy perjudicial, existen otros productos alimenticios que también dañan de igual manera nuestra dentadura y no nos damos tanta cuenta. Os explicamos algunos de ellos:
Los caramelos, gominolas y golosinas. La continua ingesta de azúcar es un factor clave en la aparición de caries en nuestra boca. Tanto los caramelos, como las chucherías pueden dañar nuestros dientes o dejar restos de azúcar en ellos. Una buena alternativa es el chicle sin azúcar que puede ser un gran aliado para los más golosos, pero nunca debe de ser entendido como un sustituto de un cepillado dental.
Masticar hielo puede resultar muy perjudicial para nuestro esmalte, aunque se trate de agua pura congelada.
Algunas personas añaden unas gotas de limón o lima al agua para darle un toque más cítrico, pero no es la opción más adecuada para nuestra salud bucal. Hay quien, por las mañanas, toma un vaso de zumo de limón en ayunas para beneficiarse de unos falsos efectos detox. Lo único que vamos a conseguir con estas prácticas es dañar el esmalte de nuestros dientes, favoreciendo así la aparición de caries y, en caso de tener, irritaremos heridas y llagas. De igual forma pasa con alimentos ricos en vinagre, como los encurtidos, es decir, pepinillos, aceitunas o cebolletas, que pueden dañar de forma permanente nuestro esmalte, por lo que es recomendable consumir con moderación.
También el té y el café a pesar de sus muchísimos beneficios, provocan manchas en los dientes. Por ello, es muy recomendable cepillarlos inmediatamente después de ingerir estas bebidas, ya sean frías o calientes.
Los aperitivos o “snacks” como patatas fritas, palomitas, gusanitos o frutos secos son ricos en almidón, una sustancia que suele quedar atrapada en nuestros dientes acumulando placa. Un buen cepillado y uso dental ahorrarán más de una visita al dentista por este motivo.
Debemos ser cautos con el alcohol, pues ataca directamente a nuestra boca desde todos los aspectos, ya que la deshidrata, lo que da lugar a sensación de boca seca y además, puede provocar que el flujo de saliva se reduzca y aparezca alguna infección oral.
No podemos evitar que la ingesta de estos alimentos dañen nuestra boca, pero sí podemos reducir las posibilidades de tener caries u otros problemas mediante un cuidado oral apropiado y visitar a tu dentista de confianza para una revisión completa cada seis meses.
Recordad que reducir el consumo de azúcar o la cantidad de tiempo que nuestros dientes están expuestos a este componente, podrá ayudar a prevenir enfermedades e infecciones.
En último lugar, es importante acudir a consulta para realizar limpiezas periódicas, pues vuestra sonrisa lo agradecerá y podréis satisfacer vuestro paladar sin dañar demasiado el esmalte. Y si te ha quedado alguna duda, no te preocupes, en Crespo Dental Albacete estaremos encantados de atenderos. Porque si algo tiene de bueno contar con un dentista con más de 30 años de experiencia es que hemos conocido casos de todo tipo y les hemos dado una solución definitiva para recuperar su sonrisa.