Ya sea verde, azul o rojo, en los últimos años el enjuague bucal se ha convertido en una parte esencial de la higiene oral diaria para muchas personas, y tiene muchas ventajas que no puedes dejar de lado.
Sin embargo, es bueno que sepas que puedes conseguir varias alternativas que se van a adaptar a tus necesidades.
Importancia del enjuague bucal
Muchas personas lo usan para prevenir la caries, el mal aliento, el sangrado de las encías o simplemente para tener una agradable sensación de frescura en la boca. Por esa razón, actualmente podrías encontrar uno específico para cada tipo de problema.
Los ingredientes comunes son agua y los edulcorantes antisépticos (como el xilitol, el sorbitol, la sucralosa y la sacarina sódica). A veces, tienen una cantidad significativa de alcohol, utilizada principalmente para realzar el sabor del producto más que por las verdaderas propiedades antibacterianas.
Algo que debes tener en cuenta es que el alcohol puede tener un efecto irritante en la mucosa oral y, según algunos estudios, aumentaría el riesgo de cáncer de boca y oral. Por eso procura no abusar de este tipo de productos o prescindir de ellos por completo si tienes alta sensibilidad.
Piensa en tus necesidades
Cada problema dental y cada enfermedad tiene su propio enjuague. Para contrarrestar la formación de placa dental, tratar de la gingivitis, limitar la inflamación o reducir la proliferación de bacterias, elige un producto que contenga antisépticos.
El antiséptico suele ser recetado por el dentista, pero también lo puedes encontrar de venta libre en las farmacias. Contiene clorhexidina y exeditina, que son ingredientes activos de alta dosis. Es perfecto tratar diversas inflamaciones e infecciones de la mucosa oral.
Para combatir el mal aliento, escoge un producto que contenga ingredientes que puedan neutralizarlo. Si sólo quieres una sensación de frescura, puedes pensar en usar uno natural, orgánico o casero. Existen opciones con mentol, cristales refrescantes y otros componentes bastante efectivos.
Además, encontrarás algunos que pueden ser una receta efectiva para curar una lesión, por ejemplo, después de una cirugía dental u oral, o para contrarrestar una inflamación o infección. Debes utilizarlo durante un tiempo limitado o permanentemente, según la prescripción del dentista.
Por el color del producto ni te preocupes, pues este se usa SOLO con fines comerciales.
Tienes muchas opciones en el mercado
Una opción bastante buscada son los que tienen bicarbonato de sodio, ya que es económico, natural e hipoalergénico. Del mismo modo, los que contienen menta, ingredientes refrescantes y vienen con bajo (o ningún) porcentaje de alcohol son bastante eficaces.
La frecuencia de uso depende del producto que hayas comprado. Por ejemplo, si contiene alcohol, no debes utilizarlo demasiado tiempo en tu boca. Por otra parte, si has preparado uno casero o has comprado uno natural, nada te impide usarlo a diario.
Recuerda que debes usarlo después de cepillarte los dientes. De acuerdo a las instrucciones del fabricante, toma una dosis del producto y enjuaga durante al menos 30 segundos antes de expulsarlo. Al final no debes enjuagarte la boca con agua.