La maloclusión es un problema muy común. Según las estadísticas se presenta en un 75% la población infantil y adolescente. Se trata de la desalineación de la mordida, hecho que no permite que la mandíbula encaje de manera correcta y nos genere otras dolencias.
La relación dispar entre las piezas dentales superiores e inferiores nos produce una sobrecarga en la mordida que puede provocarnos desde alteraciones estéticas hasta dificultades en el desarrollo del habla en casos severos.
Sin embargo, en la mayoría de los casos produce bruxismo (costumbre de rechinar los dientes), desgaste del esmalte dental, dolores de cabeza y mandíbula, así como mayor tendencia a que se generen caries.
¿Cuáles son las causas de la maloclusión?
Estar afectado con un cuadro de maloclusión o mala posición de los dientes puede ser el resultado de diversas causas, los expertos las suelen dividir en dos grupos: los factores generales o externos a la zona bucal y los factores locales, que son los que se producen dentro de nuestra anatomía bucal.
Entre los factores generales están:
- Nuestra herencia genética.
- Las malformaciones congénitas.
- La desnutrición que suele impedir la formación ósea de manera normal.
- Hábitos de succión excesivamente prolongados (chupete, biberón o lactancia materna).
- Hábito de respirar por la boca debido a otras dolencias.
- Accidentes o traumas físicos.
Entre los factores locales podemos mencionar:
- Anomalías que se refieren a la cantidad de dientes (mayor o menor a la normal).
- Anomalías relacionadas con la dimensión de las piezas dentales (muy grandes o muy pequeñas).
- Malformaciones en los dientes y en las mucosas bucales.
- Pérdida importante de piezas dentales.
- Erupción de los dientes de forma tardía o inadecuada.
- Restauraciones dentales defectuosas.
- Dificultades en el movimiento de las articulaciones de la mandíbula (anquilosis).
¿Cómo tratar la malocusión?
¿Cómo podemos encontrar una solución a este problema? La única solución certera y segura es acudir a especialistas expertos en este tipo de padecimientos: ortodoncistas.
Por lo general, el odontólogo es quien debe referir al paciente al tipo de especialista indicado: un ortodoncista pediatra, en caso de que el niño sea menor de 12 años o un ortodoncista tradicional.
Lo ideal es que llevemos a los niños a un diagnóstico temprano para poder corregir de manera pronta y por tanto más efectiva algún problema de malocusión. Un tratamiento durante los primeros años de vida será la mejor manera de evitar dolencias mucho más agudas y difíciles de corregir en el futuro.
Por eso te aconsejamos que tengas en cuenta lo siguiente si tienes un hijo pequeño:
- Observa los antecedentes familiares en cuanto a las malformaciones bucales y dentales.
- Evita en tus niños los hábitos de succión prolongados.
- Busca solución y tratamiento temprano a problemas de adenoides, amígdalas o rinitis alérgica.
- Busca asesoramiento de un odontopediatra para que te ofrezca soluciones a pérdidas tempranas de los dientes o retraso en su erupción.
- Procura ofrecerle al niño una dieta adecuada y equilibrada.
Si se ha diagnosticado a tu hijo con un problema de esta clase debes acudir a un especialista para que diseñe un tratamiento de ortodoncia para corregir su maloclusión.