Lavarse los dientes es la práctica diaria más importante de la higiene bucal. Es básicamente lo primero que hacemos al levantarnos y lo último del día antes de dormir.
Aunque existen varias recomendaciones que establecen la mejor técnica, lo cierto es que la continuidad, el tiempo de cepillado y realizar movimientos suaves son las acciones más efectivas.
Resulta que al tener una dentadura fuerte y sana podemos masticar bien los alimentos que nos ayudan a desarrollarnos correctamente. También, nos permiten hablar con claridad y por supuesto, tener un mejor aspecto y una sonrisa sana.
Por lo que es fundamental tener una práctica adecuada en el cepillado para conseguir una buena salud bucodental.
Técnica correcta para mantener nuestros dientes limpios
Según la American Dental Association (ADA) es necesario lavarse los dientes de 2 a 3 veces al día. Sin embargo, su aporte más importante se establece en la calidad de los alimentos que consumimos.
Estos, deben ser lo más sanos posibles, ricos en vitaminas y minerales y con bajo contenido de azúcares para evitar caries. Un cepillado correcto requiere al menos un tiempo de dos minutos para eliminar las bacterias y su proliferación.
Así como seguir una secuencia que nos ayude a limpiar todas las piezas con el cuidado de las encías y sumar otros elementos como el hilo dental y el enjuague bucal.
A continuación te detallamos la técnica más efectiva para tener una dentadura limpia.
- Dividir la boca en cuatro sectores, la parte de arriba y la de abajo en ambos lados, tanto el izquierdo como el derecho.
- Colocar el cepillo de forma que tenga un ángulo de 45° con respecto al borde de la encía para deslizarlo hacia adelante.
- Realizar movimientos suaves y cortos con el cepillo de dientes de adelante hacia atrás y que cubran todas las piezas dentales por completo.
- Frotar los dientes en su parte exterior, luego en el área interna y en la superficie que usamos para masticar.
- Para limpiar la parte interna de las piezas frontales debemos inclinar el cepillo verticalmente y moverlo de arriba abajo.
- Finalmente cepillamos la lengua para eliminar los restos que quedan de los alimentos y mantener el aliento fresco.
Otras acciones para cuidar la higiene bucal
Un cuidado rutinario completo debe incorporar otras acciones en conjunto con el cepillado. De esta manera, podemos prevenir la formación de la placa dental, una capa muy fina y pegajosa que se adhiere a la dentadura y que actúa como un imán para atraer las bacterias y el azúcar. También, la gingivitis que enrojecen, inflaman y provocan dolor en las encías.
Para evitar estas enfermedades, es necesario limpiar las piezas a diario con un hilo de seda dental para llegar a los sitios donde las cerdas del cepillo no pueden, y eliminar las bacterias que quedan entre cada pieza, así como la placa y los residuos de alimentos bajo la línea de las encías.
Por otro lado, es fundamental que llevemos una dieta equilibrada muy saludable, y que aproximadamente dos veces al año visitemos a nuestro dentista en Albacete para realizar las limpiezas y los chequeos que nos ayudan a mantener nuestros dientes sanos.